No han sido pocos los
compañeros y amigos que a lo largo de la semana pasada me han preguntado mi
opinión por la Conferencia
política que el PSOE celebró el 9 y 10
de este mes. A todos les recordé lo que dije allá por el mes de mayo en un acto
al que me invitó, junto con mi amigo Paco Ramos, la Agrupación Socialista
de Villamuriel de Cerrato, que, en principio, versaba sobre el Estado de
Bienestar pero que terminó siendo un interesante debate sobre el PSOE.
Dije entonces, y mantengo con más convencimiento si cabe
después de los resultados de la Conferencia Política ,
que el PSOE es víctima de una “crisis triangular”, valga la expresión, que debe
resolver en un plazo muy breve de tiempo, en todo caso, antes de las Elecciones
Europeas de junio de 2014, y de forma conjunta, los tres vértices del
triángulo.
Una triple crisis que afecta a sus propuestas programáticas,
más que tocadas hundidas, después de la excursión al liberalismo de mediados de
2010, que abrió el camino, legitimó en cierto sentido, los recortes posteriores
puestos en práctica por el PP.
Una, segunda, crisis de liderazgo, no sólo de su Secretario
General, sino de cientos de dirigentes en las estructuras regionales y
provinciales, que hicieron de la necesidad virtud, defendiendo, algunos con
gran convencimiento, la traición del PSOE a sus aliados tradicionales, a las
clases populares. O aparece ante la sociedad una nueva generación de
dirigentes, en todos los niveles, sin pasado, sin excursiones a los territorios
de la derecha, o ningún cambio de ideas y de métodos de elección será creíble.
Y no me refiero a sustituir a mayores
por más jóvenes, no. La sustitución de los que emprendieron el camino a lo
fácil, poniendo por encima de los intereses de sus representados, los de los
poderosos, por otros, nuevos, salidos de los que plantaron cara al viaje de
2010.
Y, en definitiva, se hace necesario un cambio en el
mecanismo de elección de los dirigentes, no sólo de los Candidatos a Presidente
del Gobierno, Presidentes de Comunidades Autónomas o Alcaldes, sino también de
los dirigentes del propio partido, las Secretarías Generales.
Es evidente, por tanto, cuál es mi opinión de los resultados
de la
Conferencia Política. Un minúsculo paso, positivo, pero
carente de la fuerza y pilotos necesarios para que sea aceptable para los
ciudadanos. Ha habido cambios, en dos de los vértices de la crisis (elección de
candidatos y reconocimiento de errores) pero con los mismos en los mismos
sitios, y se aplazan las primarias para después de las Europeas de 2014.
Demasiado tarde como para evitar un trompazo de órdago en Autonómicas,
Municipales y Generales de 2015.
La medida estrella, demostrativa de la vuelta a la
socialdemocracia, incluir la sanidad y la educación pública, las pensiones en
el texto constitucional, es irrealizable al exigir un mínimo de 210 diputados
lo que va a suponer una nueva frustración para los crédulos. No es de esperar
que quien ha eliminado estos derechos, el PP, se avenga a modificar la Constitución para fortalecerlos.
Y no hay otra suma aritmética que lo haga posible. ¿No sería más creíble
haber asumido el disparate de la
reforma de agosto de 2011, de la mano
del PP, del art. 135 que ha puesto el déficit público por encima de las
personas, que garantiza el pago de las deudas a los bancos, aunque la gente se
muera de hambre? Me parece que sí.
¿Cómo voy yo a creerme que Villarrubia, Julio López o
Miriam, han vuelto de ningún sitio, cuando, no hace tanto, en los Comités
Provinciales defendían la bajada de impuestos, la supresión del impuesto de
patrimonio, la reforma laboral de 2010, antesala de la de 2012, la reforma de las pensiones de 2011,
constitucionalizar el liberalismo económico o la reducción de mi salario, como
empleado público, un 5%? Ellos que, a los que criticábamos este camino al
suicidio, nos acusaban de hacer el juego al PP ¿Cómo voy a creer a estos
perfectos marxistas, no de Carlos sino de Groucho, el que dijo “estos son mis
principios, sino les gustan (o no me interesan) , les cambio?
Personas, métodos y propuestas, todo a la vez y antes de las
Europeas. No ha sido así, servirá de poco, salvo para los dirigentes actuales
que ya se están repartiendo su lugar en las listas, también aquí, en Palencia.
De eso hablaremos pronto.
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