“Papá, papá ¿por qué si el Rey lo
hace mal no se le puede cambiar y echar como al Presidente del Gobierno o a un
alcalde? ¿Por qué su hijo va a ser Rey y yo no puedo?”.
Estas preguntas, que
no nos las planteamos los mayores, me las hizo mi hija de 11 años no hace tanto.
Hoy, porque es 14 de abril y, sobre todo, porque ayer mi hija me regaló una de
esas pulseras de gomas que son el no va más con la tricolor (rojo, amarillo y
morado), me he acordado de esta conversación. Creo, de lo que me siento
orgulloso, que ella se ha hecho otra pulserita.
Desde el máximo respeto democrático,
pero en el ejercicio de mi libertad de pensamiento, repito lo que dije a mi
hija: en un sistema democrático, el jefe
del Estado no debe serlo ni por nacimiento ni por herencia, solo las urnas
deben ser su base y lo que tenemos en este país, en pleno s.XXI, está fuera de
lugar. Espero que sus hijos les comiencen a regalar, como a mí, pulseritas
tricolores.
Queda
un año para las elecciones municipales y, por lo que respecta a la capital, se
empiezan a ver algunos movimientos en los principales partidos.
En
el PP ya se sabe que todo depende de un dedo pero Polanco ya ha dicho eso tan
socorrido, “yo estoy dispuesto y si el
partido quiere ...” Él, evidentemente, sabe que el partido quiere y,
además, su candidatura va con premio
político y económico: ser candidato al Senado.
Sólo quería el premio del Senado, pero no hay postre sin comer
antes la sopa. A que sí, amigos del
PP.
Los
socialistas, los que mandan, hace tiempo que lo tienen claro: si Heliodoro
quiere pues ya está, menudo peso nos quita de encima, así nosotros a lo
nuestro, a lo fácil, a parlamentar en Valladolid y en Madrid.
Y mi amigo Heliodoro, ya está preparando
la lista. Si el partido quiere y nadie
osa discutirme en unas primarias, que no dejan de ser un engorro, pues me
presento y cumplo los 70 en el Ayuntamiento, se dice.
Digo yo, quién se va a presentar en unas
primarias en septiembre de este año en las que sólo votarían los pocos
afiliados que van quedando en el PSOE,
y qué aporta para recuperar la
confianza de los palentinos ganar unas
primarias con 150 votos de los propios si necesitas casi 20.000 votos ajenos.
En todo caso, la mejor solución para el poder establecido es Heliodoro candidato y
entronizado por el aparato, no por un dedo pero no más de tres.
Adelanto
una pregunta: en una hipotética posibilidad de gobernar en coalición con
IU, ¿cómo se come pedir el apoyo de
quien te llevo a los tribunales por temas urbanísticos o viceversa cómo IU va a
apoyar a quien denunció? Ya veremos pero esto puede ser bastante más
complicado que lo de Andalucía.
Mientras Izquierda Unida, me consta que está trabajando en la “nueva forma de hacer política”, en
presentar una candidatura y un programa realizado desde abajo, incluso
extramuros de su organización, con la participación de personas con presencia y
peso en la sociedad palentina, salidos de las movilizaciones, de las mareas,
poniendo su organización, sin condiciones, al servicio de una alternativa
social y política distinta.
Veremos los pasos que se van dando y hasta dónde se llega, primarias
abiertas incluidas aunque tampoco se
debería poner en cuestión el importante
capital político de Juan Gascón.
En todo caso, es un paso en la dirección que pide la nueva realidad política,
una política más próxima, participativa y desde abajo.
Otro
día adelantaré mi pronóstico de candidatos a la Dipu, donde lo que parece fijo,
igual no lo es tanto, dependiendo de cómo encajen las piezas en el puzzle
autonómico y nacional.
Bueno, el viernes por la mañana, al
salir de mi jornada nocturna, me voy a mi pueblo. Ya os comentaré cómo ha
dejado el invierno la carretera de las obras interminables, la vergüenza
CL-627, Cervera de Pisuerga- Piedrasluengas.
El
viento sur de este invierno ha terminado con mi paciencia. Cansado de que la
antena parabólica del teléfono se comportara cual veleta, he dado de baja la
línea. Total nunca funcionaba y no era cuestión de pagar casi 50 euros del
ala cada dos meses, por nada. Si quieren que vengan a por la antena, tampoco me
afea la fachada y con ella coloboro a la
imagen de un pueblo a la cabeza de las nuevas tecnologías donde, ya saben, hay
más parabólicas que personas.
Así
que Julio, como no funciona ni el móvil, ni el internet, ni tengo fijo, si
quieres contactar conmigo, tienes dos opciones, o me escribes una carta, que repartirá el cartero cuando el
viaje sea rentable, o vas a visitarme y, además, te invito a un trozo de
chorizo y una sidra recién sacada del pilón.
Que tengáis una semana llena de pasión,
a poder ser terrenal.
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