A finales de los 70 del siglo pasado, hay que ver como suena esto del siglo pasado, cuando la Constitución era un proyecto y el
Estatuto de los Trabajadores un sueño, una joven se acercó a la UGT de Palencia y
empezó a trabajar para el sindicato. Primero,
más de dos años, por nada a cambio, eran tiempos de mucha militancia, de
compromiso a la par que de escasez de recursos económicos. Incluso formó
parte de la Ejecutiva Provincial del sindicato. Cuando fue posible, allá por 1981 se la hizo un contrato de trabajo
como administrativo, realizando sus funciones casi siempre en la Asesoría
Jurídica.
Y
así, hasta la tarde del 29 de enero de 2014, en la que un tipo con maletín y
abrigo de paño, emisario de la Ejecutiva Regional de la UGT de Castilla y León,
se cruzó en su vida, ofreciéndola, es un decir, un despido objetivo por
motivos económicos o lo que es lo mismo, una indemnización de 20 días por año
trabajado con un máximo de 12 mensualidades. Sí amigos, mi sindicato despidiendo a una sindicalista, una compañera con
35 años de servicio, con el instrumento que el PP ha pensado para que los
empresarios más desalmados aligeren sus plantillas, contra lo que la compañera
peleó en la calle, en las huelgas
bastante más que muchos de nuestros
dirigentes.
No
ha sido la única despedida, nos llegamos en media docena. De uno en uno, sin
preaviso de 15 días y sin pasar el 10% de la plantilla para no tener que
negociar con la Sección Sindical, con perdón, con dos cojones empresariales,
compañeros.
Mientras
el Secretario General, Agustín Prieto estaba haciendo el único sindicalismo que
sabe, firmar acuerdos del Diálogo Social y alabando al Presidente de la Junta,
su “despedidor” recorría la región.
Se la despide por motivos económicos. Los ingresos de la UGT de Castilla y León
tienen otras prioridades y no muy sindicales que digamos:
Uno,
abonar todos los meses el alto salario
del Secretario General de Castilla y León hasta que llegue a la edad de
jubilación y pueda jubilarse con la pensión máxima, así como el del
resto de miembros de la Ejecutiva a sueldo, todos ellos sin otra
profesión que se les conozca y aspirantes a seguir así, también, como poco
hasta los 65.
La
otra prioridad es aportar cientos de miles de euros a una aventura empresarial
en la que cobijar a la anterior Secretaria de Organización, de la que, no
les quepa duda tendrán que dar explicaciones.
Y ante este atropello, ¿que ha hecho la dirección unipersonal de la
UGT de Palencia, el secretario ejecutivo, el ordenanza de la UGT de Castilla y
León en Palencia? Pues, lo que era de esperar, NADA DE NADA. Ni siquiera
acompañar a la compañera en el trance, aunque sabía de la visita del hombre del
maletín, ni cogerla el teléfono, escondiéndose, no sea que el
Jefe de Valladolid se enfade y le impida llegar, a éste también, cómodamente a la jubilación.
Bueno, ha corrido a hacer declaraciones defendiendo lo indefendible, él que
huye de los medios. Qué oportunidad perdida, compañero, de poner detrás de tí a
toda la UGT de Palencia y defender a los tuyos.
Como afiliado de la UGT, como Delegado
Sindical, exijo la readmisión de los
compañeros despedidos pero también conocer, de una puñetera vez lo que cobran y
lo que nos cuestan estos desalmados, estos aprendices de empresarios de la peor
calaña. Que hagan, como la Ejecutiva
Confederal y publiquen las cuentas y expliquen sus devaneos empresariales. Si hay que ahorrar, hay una solución
mucho más sindical: desalojar las ejecutivas de salarios altos y cerrar la “sociedad
de socorros mutuos” recuperando lo desembolsado y readmitir a los despedidos.
Si
viviéramos como lo que representamos e hiciéramos lo que decimos, no haríamos
estas barbaridades. Pero, parece que la coherencia es incompatible con que unos
pocos vivan bien.
Si alguien quiere tomar medidas
disciplinarias contra mí no es necesario que pidan la cinta a la radio, lo
podrán leer e imprimir en mi blog “La cuevita de la izquierda”.
Un
saludo Ana, y tranquila, nunca caminarás sola, acaso tendrás que hacer recuento
de amigos entre los que son tus compañeros.
La Convención del PP merecería un
comentario completo. Algo diré. Resumen, lo hemos hecho bien, la culpa de las
medidas más impopulares es de la herencia recibida, estamos unidos como una
piña y os vamos a bajar los impuestos. BLA, BLA, BLA.
Los impuestos claro que nos les van a
bajar, a todos, para beneficiar más a
los de siempre y seguir retirando recursos de la sanidad, la educación, las
pensiones, en fin, para seguir imponiendo su liberalismo social y económico.
Que no os confundan, el PP habla de sociedad
del bienestar en lugar de estado de bienestar. Y no es lo mismo. En la primera
es el ciudadano el que tiene que buscar sus necesidades y sólo accederá a ellas
si puede pagar su precio, en cambio, en el Estado de Bienestar es éste, vía
fiscalidad progresiva, el que asume la cobertura de las principales necesidades
humanas, para todos.
Termino, yo la única ausencia en la Convención que no entendí, no fue ni Aznar
ni Mayor Oreja sino la indolencia sindical de los sindicatos mayoritarios en
las movilizaciones ciudadanas que se convocaron. Cualquiera molesta a Herrera,
el amigo del diálogo social, en su tierra.
Para enmarcar, compañero. Así nos va. Y que no me digan que tenemos lo que nos merecemos, por que yo no creo merecer que nos dirijan lo peor de cada casa: unos por la UGT y otros por los gobiernos de turno. Y no podemos seguir así. Hay que hacer algo y pronto para que este sindicato, que es el legado recibido de todos aquellos, hombres y mujeres que han dado su vida por la libertad y la justicia social, vuelva a ser, a recuperar, lo que nunca debió de perder, y su militancia pueda volver a llevar con orgullo las siglas de la UGT.
ResponderEliminarUn abrazo para Ana y para todos aquellos compañeros y compañeras que se vean en la misma situación.
¡¡¡A la barricadas!!!
José L. González.
Compañero, con palabras como las tuyas me haces ver que todavía sigue viva la lucha obrera y que todavía hay compañeros que aman y sienten el sindicalismo obrero, porque la verdad es que hace mucho tiempo que tanto en el gobierno de turno como en los sindicatos la palabra "obrero" parece que no existe. Más bien, prefieren olvidar al obrero en defensa de defender sus tronos y no bajarse de sus grandes atriles, aunque con ello tengan que pisar a los de siempre, es decir, al más débil.
ResponderEliminarQue no se pierda nunca el espíritu de la lucha obrera, pese a quien pese.
Ramón.