El martes por la tarde acudí a la
Estación de RENFE, me parece que ahora se dice de ADIF, a recibir a los integrantes de la Marcha de la Dignidad que venían de
Cantabria, en su camino hasta Madrid donde llegarán este sábado, 22 de marzo.
Todos
los asistentes habíamos sido compañeros de piquetes, de huelgas generales, de
manifestaciones en 2012, cada uno con los matices propios que nos definen a la
gente de izquierdas pero, todos, coincidentes
en lo esencial, en la necesidad de mantener la pelea por los derechos de
las clases populares, del pueblo llano, en
la necesidad de trabajar en la confluencia de una izquierda política, sindical
y social que, asumiendo que en estos años hemos perdido muchas batallas frente
a la derecha política y económica, crea en la posibilidad de la victoria en las
confrontaciones electorales de 2014 y 2015.
Porque,
nos guste o no, y hay parte de los nuevos movimientos sociales que no lo acaban
de ver, lo que desde los Parlamentos nos han arrebatado, sólo desde ellos, eso
sí, con el apoyo social, se podrá revertir.
Algún compañero, intentó disuadirme de la
asistencia, “a los de UGT y Comisiones
no nos quieren por allí”, me dijo. Al contrario, la pregunta que muchos me hacían fue que dónde estábamos,
que cómo era posible que miráramos para otro lado en una movilización cuyas
reivindicaciones coinciden punto por punto con nuestros lemas en los últimos
años.
La
verdad, no pude responder porque
desconozco qué razones estratégicas han llevado a UGT y Comisiones a no
participar en estas marchas. Pero, a título individual, no éramos pocos los afiliados y
sindicalistas que acudimos por nuestra cuenta y estuvimos donde tenían que
haber estado los dirigentes provinciales de ambos sindicatos.
Aquí
es dónde había que estar y no en la Diputación o en el Ayuntamiento de la Capital, a pedir,
que a imagen y semejanza de la Junta, también en estas Administraciones, que
carecen de competencias laborales y sociales, se cree UN DIALOGO SOCIAL que en nada va ha influir en el devenir de los
palentinos.
Pero qué afán de estar en las instituciones
y, a la par, disminuir el perfil de contrapoder obrero. Por cierto, estoy
seguro, que Presidente de la Dipu y Alcalde, van a coger el guante, total les
va a venir de perlas para darse el mismo
barniz de “buenismo” que tiene Herrera. Que se vayan preparando IU y el PSOE,
su campo de oposición se va a constreñir, porque los grandes temas, incluido el
Plan estratégico municipal, ese que se preocupa de 2020 y nada de hoy, van a
llevar el aval del “diálogo social”.
Llevo meses dándole vueltas a la cabeza
sobre la indolencia sindical en que han caído los dos grandes sindicatos en
todo el año 2013, y lo que va de 2014, asambleas de autobombo al margen. Cómo
hemos tirado a la basura todo el caudal movilizador de las grandes
manifestaciones y huelgas generales de 2012, de la marcha de la minería que
supuso un aldabonazo a la recuperación de conciencia de clase, cómo no hemos ni
parpadeado ante el mayor atraco sufrido por
los pensionistas pasados,
presentes y futuros en la reforma de 2013, etc.
La injusta campaña antisindical que venimos
sufriendo se revierte con más acción, no escondiéndonos en las sedes o dándonos
raciones de autoestima que no son más que victimismo para tapar errores y
mantenerse en la silla.
No
estamos a la altura de lo que nos corresponde hacer en estos momentos, que
es, sobre todo, trabajar en la recuperación de lo perdido, en mantener viva en
la memoria de los ciudadanos todo lo que nos han quitado. No sea que, al final, seamos cómplices, por omisión, por
incomparecencia, de un Gobierno que lo que busca es pasar página y llevarnos a
una nueva vida con menos derechos,
salarios más bajos, pensiones menores y sanidad y educación pagada.
Afortunadamente esta parálisis de las
cúpulas sindicales estatales y regionales nada tiene que ver con el buen hacer
y el compromiso de mis compañeros en los centros de trabajo, ya sea en la mayor
de las empresas, como Renault, o en el menor de los Ayuntamientos.
Vamos a ver qué se va a hacer con la
reforma fiscal, no
sea que nos quedemos en grandes documentos de análisis y propuestas y nos
olvidemos de aunar a sus afectados, de
plantar cara, como siempre hizo el sindicalismo de clase. Voy a este tema.
Quedan
meses de debate fiscal y ocasiones habrá de comentar el asunto pero, lo del informe de los Expertos, me suena a
DEJA VU, o ¿no se acuerdan del de la reforma de las pensiones?
Bueno como en aquel
hubo dos votos particulares, para la fiscalidad el Gobierno se rodeó, como
dicen en mi pueblo, de “cérrimos, cérrimos”. Como en las
películas policiacas, “poli malo (LOS
EXPERTOS), poli bueno (EL GOBIERNO), pero al final, no nos escapamos de los
garrotazos, en este caso fiscales.
En resumen, eliminación o disminución de los
impuestos directos (IRPF, Patrimonio o sucesiones), de los que se abonan según
lo que se tiene, y aumento de los indirectos, los que se pagan según consumes. Además
de tasa por aquí, tasa por allí, hasta por respirar. Y el latrocinio elevado a norma, disminuir
las cotizaciones sociales que pagan las empresas, aumentando las de los
trabajadores y completadas con más IVA. Y en medio, los pensionistas
actuales y futuros que verán como quien
les tiene que pagar se queda sin ingresos, y la ausencia de fondos suficientes
para mantener lo de todos, la educación, la sanidad y la dependencia.
Pues eso, que el poli bueno, como no
espabilemos, nos va a dar una somanta de ….FELIZ SEMANA.
NOTA: Ayer martes, un día después de
hacer éste comentario en Onda Cero, los sindicatos, UGT y CCOO acudían a
hacerse otra foto infame con el Presidente del Gobierno e inauguraban, con él y
la patronal, la “recuperación estadística” que nos vende el PP. De esta foto
nada adelantó el sábado mi Secretario General, Cándido, ni ninguno de los
oradores intervinientes, a los 7.500 asistentes a la Asamblea Consultiva
Confederal en Madrid que inauguraba “una
nueva época de participación y transparencia”. Recomiendo el siguiente
enlace de CINCO DIAS sobre la noticia, con especial atención a últimos párrafos
encabezados por el antetítulo “Ni una sola palabra de la reforma laboral”.
Creo que hemos coincidido plenamente , en tu artículo relatas la sensación que miles de afiliados a UGT tenemos supongo que a los de CCOO les pasara otro tanto , ne gustaria saber las razones de esa aparente indolencia sindical no lo entiendo ni lo veo claro , nuestros lideres nos estan pidiendo fé o nos la estan jugando, siempre que alguien me ha pedido fe me la han clavado algo no encaja .... dicho pues compañero yo sigo con mi lucha personal en mi pueblo donde nos han privatizado a lo bestia en el ayto y parece que esa misma indolencia ha hecho presencia auqnue justo es decir que el apoyo es total y los compañeros y compañeras estan haciendo su curro pero sin platillos ni bombo ... en fin cada uno carga su san benito, saludos fraternales si quieres saber mas ..
ResponderEliminarhttp://wureba13.blogspot.com Diario de un sindicalista torpe.
Saludos fraternales.