A los empobrecidos empleados
públicos, después de cinco años de meternos la mano en nuestros bolsillos, es costumbre que los gestores
políticos por las Fiestas patronales
o en Navidad nos “otorguen” una reducción en la jornada de trabajo para que
disfrutemos, aunque sea sin gastar, de estos días.
En la Junta de Castilla y León, la Delegación Territorial ha reducido la
jornada de sus empleados públicos dos horas y media cada uno de los tres días
laborables que coinciden con los días de Fiestas. Lo mismo han hecho el
Ayuntamiento o la Diputación.
Pero, como también viene siendo
costumbre, la Gerencia de Servicios Sociales, ese organismo autónomo de la Junta, del que dependen centros tan
importantes de atención a los ciudadanos como la Residencia de la Tercera Edad
del Puente de Hierro, el CAMP “Nuestra Señora de la Calle”, las Escuelas
Infantiles, el Centro de Menores…pues, como digo, la Gerencia, por obra y gracia de su Gerente, estoy seguro que
perfectamente asesorado por los
Responsables de los Centros, ha decidido que la compensación graciable aprobada
por la Delegación era excesiva. Así, de paso, también dejan en mal lugar al
Delegado Territorial que, algo de eso, también habrá.
Ya
el año pasado redujo la compensación a cinco horas por el total de días
trabajados en Fiestas y, han entendido, no hay otra explicación, que fue tal el
deterioro del servicio público y la felicidad de sus trabajadores, que con una
horita diaria de compensación y un máximo total de tres horas por todos los
días es más que suficiente, no sea que nos acostumbremos mal.
Tengo
que confesar que me lo esperaba. Un organismo que le gustaría tener su
propio Convenio Colectivo, que si nuestro salario lo pudieran fijar ellos nos
dejaban con el SMI, donde cada permiso que hay que solicitar, ya sea por
hospitalización, por entierro o para hacer un examen, se convierte en un ir y
venir de confesiones, de papeles, de engaños a los trabajadores… Un organismo, unos centros de trabajo,
que ponen todas las trabas que pueden al ejercicio de los derechos, ¿cómo van a
ser graciosos? O sí.
También
espero que las doce horas de compensación de las Navidades pasadas, a razón de
dos por cada día de trabajo, se disminuyan bastante. Si cinco son muchas, doce
nos llevarían a la holganza. A los que les toque trabajar en Nochevieja,
pues le pueden sustituir las horas de compensación por uvas, así no habrá que
llevarlas de casa para celebrar el año nuevo con los compañeros como sucedió el
año pasado.
No se si saben que parece que en
octubre, por una Ley que esta en el Senado los de su partido, el PP, acojonaos
por las perspectivas electorales, nos van a devolver, a disfrutar ya en este
año, el quinto “Moscoso” robado. Y no descarto que el pavor a las urnas les
lleve a devolver el sexto para 2015.
Como
les gustaría que también fuera “graciable”, a que sí.
Mire usted, Señor Gerente, me toca
trabajar todos los días de fiesta, del 29 al 2. Como a mí a otros compañeros y
compañeras. ¿Por 40 horas y 30 minutos
de trabajo de tarde y de noche, me quieren compensar con 3 horas, haciéndome
una gracia? Pues, esas tres horitas, esos 180 minutos, esos 10.800 segundos se
les…..Bueno que esto también lo lee mi hija y gente menuda, que se los regalo a
usted y a mi centro, no los voy a solicitar porque su gracia, sus gracias, NI
PUTA GRACIA QUE ME HAN HECHO.
Felices
Fiestas.
POSDATA:
Le recomiendo una lectura, que no
estaría de más extendiera a su equipo de gestores. Un librito del fallecido
Catedrático de Historia Económica, Carlo M. Cipolla. Se lee en una hora de esas
que nos otorga porque tiene 40 páginas. Se titula “Allegro, ma non troppo”.
Es difícil de encontrar en las librerías pero se lo puedo hacer llegar, eso sí,
con vuelta.
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