Soy
uno de los más de 11.500 empleados públicos que trabajan para todos los
palentinos, uno de los más de 180.000 servidores públicos de Castilla y León o,
en fin, uno de los 2 millones y medio del conjunto del país.
En cinco años, nos han expoliado parte de las vacaciones, la
mayoría de nuestros permisos, hacemos más jornada por menos salario, si nos
ponemos enfermos con una gripe corriente los tres primeros días no cobramos,
etc, etc.
Si esto fuera poco, nuestros
gobernantes, nos presentan ante la sociedad cual sanguijuelas que chupamos el
dinero de los impuestos que pagan los ciudadanos y que gozamos del derecho a un
trabajo fijo aunque los datos constaten que en
los últimos dos años de Gobierno del PP, se han ido a la calle más de
350.000 empleados públicos, por encima del millar en nuestra provincia.
Mi salario "nominal", lo que cobro ahora, es algo
inferior a lo que ponía en mí nómina en 2006. Pero es que, mi salario real, es
decir la diferencia entre lo que se ha incrementado, es un decir, mi salario de 2010 a 2013 y el incremento del índice de
precios al consumo (IPC), en definitiva, mi poder de compra, se ha reducido en
un 20%.
Mi jornada anual se ha incrementado en
112 horas anuales, lo que ha reducido mi salario/hora en un 7,14%.
Por tanto, entre rebajas salariales,
aumentos de jornada y evolución de los precios, nuestro salario se ha
devaluado casi un 30%. Ahí es nada.
Pues parece que hay muchos interesados
en que olvidemos, y no solo el Gobierno y el PP, en que saldemos este destrozo
con la recuperación de pequeñas dádivas en forma de algún día de permiso (“moscosos”)
y la parte devengada y no cobrada de la paga de Navidad del año pasado. Ahora dice Montoro que si la economía va bien
y somos buenos, nos van a devolver algo de lo nuestro, algún día “Moscoso”, seguramente, añado,
coincidiendo con los procesos electorales que se avecinan en 2015.
Me molesta, la insistencia, con fuerte
seguimiento mediático, desde hace semanas por algunos representantes sindicales, Comités de Empresa
de Ayuntamientos, por algunos sindicatos, especialmente de la CSIF, auténtica
correa de transmisión del PP, en intentar llevar a los empleados públicos a
conformarse con recuperar una migaja de
la paga extra expoliada, que no supone más allá de un 1% de todo lo perdido.
Pongo como ejemplo, para desmontar esta
engañifa, mi situación personal: quieren que olvide todo, hasta la humillación
sufrida, a cambio de 108,45 euros. Pues, no me entra en la cabeza.
Si lo que se pretende es hacer el
trabajo al Gobierno, para que, nos conceda esa miseria, para que nos devuelva
los “moscosos” al ritmo de los ciclos electorales, para que pueda
recuperar la confianza de los empleados públicos, ni lo entiendo ni lo comparto
ni, mucho menos, lo quiero. ¿Con qué convencimiento vamos a pelear
judicialmente, hasta en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos si es
necesario, la recuperación de la paga completa con esta acción sindical de tómbola?
¿Y luego nos molesta la imagen de peseteros que nos cuelgan como “san benito”?
Tranquilos compañeros, no perdamos ni la
coherencia ni la figura por unas decenas
de euros, por unas monedas como las de Judas. Si nos han robado miles a qué
viene correr, a destiempo, por uno o dos cientos. En vez de recoger firmas para
nada, estábamos mejor todos, también los sindicatos de derechas y corporativos,
en la calle peleando por las pensiones, los derechos laborales y los servicios
públicos, aunque sea contra un Gobierno amigo.
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